George R.R. Martin se inspiró en varios hechos históricos reales para crear su saga de fantasía oscura y medieval, así que no es sorprendente que los acontecimientos más recientes, con la religión tomando el centro de la trama y líderes religiosos acusando y encarcelando personas, amparados en su interpretación de los preceptos de un libro sagrado, guarde inevitable parecidos a la Iglesia Católica medieval.
El creciente protagonismo del Gorrión Supremo y del Hermano Lancel, y la libertad de acción con la que contaron gracias a Cersei Lannister, auguraba una inevitable vuelta de tuerca en este temporada, algo que finalmente pudimos observar en este episodio 7 de la temporada 5 deGame of Thrones.
Estas son otras 6 cosas que nos dejó el episodio “The Gift”.
#6 El valiente Sam
Después de la fuerte polémica desatada en el episodio anterior por la escena de la violación de Sansa por parte de Ramsay Bolton, los guionistas incluyeron en este capítulo una subtrama que bordea peligrosamente el mismo terreno y que incluye una resolución incluso mucho más cliché, aunque no se llega a la violación, que es la de la chica que agradece con sexo que la hayan salvado de ser violada.
De todas maneras, más allá del desenlace, no se puede decir que son eventos injustificados, siendo que desde siempre sabemos cuál es la naturaleza de muchos de los hombres de la Guardia de la Noche y siendo Gilly la única mujer en Castillo Negro.
Sam ha demostrado que siempre está dispuesto a proteger a Gilly y, siendo alguien muy poco hábil para la lucha y el combate, ser sin embargo uno de los personajes más afortunados deGame of Thrones.
Ahora, fue la súbita aparición de Fantasma, quien hacía mucho tiempo no aparecía, la que lo salvó a él y a Gilly, y les permitió ese final feliz.
#5 De mal en peor
Y del personaje más afortunado pasamos a Sansa Stark, una de las que peor suerte ha tenido a lo largo de toda la serie.
Ahora, sigue siendo abusada todas las noches por Ramsay Bolton y de día obligada a permanecer encerrada en su habitación, y para tratar de escapar no tiene mejor idea (tampoco es que tenga demasiadas opciones) que acudir a Theon Greyjoy, o mejor dicho a “Hediondo”.
Por un momento tal vez todos albergamos la esperanza de que Theon volviera a ser Theon, de que con la aparición de Sansa Stark, casi una hermana para él, recordara sus orígenes y se redimiera, pero la influencia de Ramsay y el miedo impuesto en Theon ya son irremontables. Theon termina por revelar a Ramsay los planes de Sansa y llevando a una nueva exposición del sadismo y la crueldad del bastardo Bolton.
Brienne y Podrick vigilan a lo lejos sin mucho para hacer.
#4 Sangre de rey
Como siempre, Stannis se encuentra al medio de sus dos consejeros: el racional Ser Davos y la mística Melisandre. En este caso, Stannis opta por no hacer caso a ninguno de los dos.
Davos le sugiere regresar ya que la nieve está asolando a sus tropas y sus abastecimientos, pero Stannis no quiere convertirse en el “rey de la retirada”, así que seguirá adelante a pesar de que los pronósticos no son para nada favorables. Melisandre, en cambio, es mucho más optimista respecto a la victoria de Stannis, aunque para esto sugiere algo incluso más radical: sacrificar a su hija.
Con consejeros como éstos, para qué quiere enemigos.
#3 Aventuras en Dorne
El viaje de Jaime y Bronn hacia Dorne fue casi como una buddy movie con mucho de comedia, pero ahora que han fracasado en su misión, están separados y han sido atrapados por la guardia de Doran Martell, las cosas empiezan a cobrar dramatismo.
Por una parte, Myrcella se encuentra en el ápice de su rebeldía adolescente, y no quiere saber nada de su “tío” ni de volver a Desembarco del Rey y sólo quiere dar rienda suelta a su romance con Trystane.
Bronn, mientras tanto, es momentáneamente despojado de su actitud displicente y sarcástica cuando se entera que la lanza de Tyene Sand que lo hirió posee un veneno de acción demorada que lo matará en cualquier momento. Afortunadamente, Tyene sólo quiere escuchar que es la mujer más hermosa que se ha visto, así que una vez que escucha esto le cede el antídoto.
Una mujer seduciendo a un hombre y matándolo lentamente, aunque luego salvándolo en el momento justo, tras escuchar exactamente lo que quería escuchar. Toda una metáfora, ¿no?
#2 El regalo
Daenerys sigue inexperientemente intentando aprender cuál es la mejor manera de gobernar un pueblo dividido luego de la abolición de la esclavitud. Por el momento, siguiendo el consejo de Daario Naharis comenzará por restablecer las arenas de combate (aunque no seguirá el otro consejo de Daario: matar a todos los nobles), y casarse con uno de los líderes de la antigua Meereen.
Presenciar estos sangrientos combates parece ser algo inhumano para Daenerys, pero eso hasta que aparece un misterioso hombre enmascarado que elimina rápidamente al resto de los combatientes y que no es otro que el desterrado Jorah Mormont.
Evidentemente, Daenerys no quiere saber nada con este traidor, aunque sí le despierta cierta curiosidad “el regalo”. ¿Quién iba a decir que Jorah podía ganarse nuevamente la confianza de Daenerys trayéndole como regalo un enano prófugo y barbudo?
#1 El tiro por la culata
Si no existiera la expresión “salir el tiro por la culata” habría que inventarla para describir lo que le sucedió a Cersei Lannister.
Resulta que los fanáticos religiosos que Cersei utilizó para sacarse de encima a Margaery y Loras Tyrell están poco interesados en respetar las jerarquías y títulos políticos y muy, pero muy interesados en castigar a todos los pecadores, sean quiénes sean. Y vaya si Cersei encaja en esta categoría.
Si bien fue presagiado en el episodio anterior, cuando el Hermano Lancel dice haber renunciado al apellido Lannister, Cersei nunca pensó que iba a ser traicionada por su propio primo y que éste revelaría sus relaciones incestuosas, pero resulta que es algo que Lancel había hecho incluso mucho tiempo atrás, al momento de convertirse en uno de los miembros de la Fe.
Que la lección sea aprendida: si vas a tener relaciones incestuosas con alguien; intenta que no se convierta en un santurrón y fanático religioso. Pero aún si lo hace, intenta no darle poder y libertad de acción absoluta.
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